lunes, 21 de octubre de 2013

¿Por qué cuando oimos nuestra voz grabada nos suena rara?

Seguro que tú también has escuchado alguna vez tu voz grabada, y te ha costado reconocerte, seguro que has dicho: ¡Pero si yo no sueno así! o ¿Pero qué voz de pito es esa? Y es que cuando escuchamos nuestra voz grabada, la oímos más aguda, como si le faltaran los tonos graves y la reverberación que hace que suene mejor. Y te preguntarás ¿por qué sucede esto?

Cuando hablamos, el sonido que emitimos llega a nuestros oídos por el aire, de las cuerdas vocales a través de la boca, hasta los pabellones auditivos. Sin embargo, el sonido también se propaga a la vez hacia dentro de nosotros, mediante vibraciones de baja frecuencia de los tejidos de nuestra cabeza. De esta manera, oímos nuestras voces como composición de estas dos vibraciones: la primera aporta un sonido más agudo, y la segunda los tonos graves.

Sin embargo, al oirnos grabados, no entra en juego esta segunda transmisión, por lo que echamos en falta esa componente. Así que al parecer, sí, por desgracia parece ser que así nos oyen los demás. ¡Qué le vamos a hacer!

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